Apadrina una colmena y come miel durante tres años
Cinco amigos do Val do Ouro lideran un proyecto de producción apícola que comenzó siendo un pasatiempo
En casa de un gallego la miel casera es como la cerámica de Sargadelos. Son básicos. De esa preferencia por la miel extraída de forma artesanal son conscientes cinco amigos con colmenas repartidas por tierras y montes de Alfoz y O Valadouro, en A Mariña. Hace ya semanas que agotaron los aproximadamente 2.000 kilos recogidos el pasado año. Para Iván, Javier, Fran, César y Diego, lo que comenzó siendo un pasatiempo está a punto de dar un gran salto como proyecto empresarial. La culpa la tiene la miel que comercializan bajo la marca Ouro Puro, un tesoro alimenticio cuya venta han tenido que limitar al norte de Lugo «porque non damos abasto para atender a demanda. Moito mel se vai para A Coruña, Pontevedra... e fóra de Galicia».
La afición por la apicultura llevó al alfocense Iván Marrube a dar los primeros pasos. Registró la marca y comenzó a producir, pero no fue hasta el 2012 cuando los primeros envases de Ouro Puro llegaron al mercado. «Empecei producindo só e pouco a pouco fóronse sumando amigos. Agora vendemos todos, seguimos investigando e facendo probas para sacar ao mercado outros produtos, como marmeladas ou incluso bebidas». Además de miel, venden polen y propóleo, al mismo tiempo que desarrollan otro proyecto complementario, el que permite a cualquier persona apadrinar una de sus colmenas. El procedimiento es sencillo: el interesado debe adelantar 150 euros y tiene la posibilidad de bautizar la colmena y visitarla cuando desee. A cambio, recibirá en su domicilio ocho kilos de miel anuales durante tres años. La iniciativa, aunque es reciente, va sumando seguidores y también permite a los emprendedores potenciar la difusión de este proyecto que, de cumplirse las previsiones, seguirá creciendo.
La idea es alcanzar los 3.000 kilos de producción de miel este año y seguir creciendo, generar algún empleo directo e incluso avanzar en el régimen de explotación, a modo de cooperativa o similar. La iniciativa cobra cuerpo al mismo tiempo que sus impulsores continúan formándose como apicultores profesionales, en la cría de abejas reina y, cómo no, frenando el impacto de la avispa asiática con arpas eléctricas.
El tiempo y la implicación que cada socio dedica a esta aventura es diferente, ya que cada uno tiene ocupaciones laborales al margen de esta iniciativa. «Temos un produto de máxima calidade e nun par de anos queremos darlle unha volta a este proxecto, abordalo de forma máis profesionalizada. Con ter entre 300 e 400 colmeas xa seriamos unha das explotacións apícolas máis grandes da comarca. É posible que no 2020 nos poñamos xa nesas cifras», explica Marrube.
La gran mayoría de los envases de miel son de un kilo, el más demandado tanto por el cliente de la zona como por el turista que se aprovisiona en vacaciones. «Antes tamén envasabamos de 100 gramos, pensando nos aeroportos. Vendiamos moito, tamén en Santiago, pero decantámonos polos envases máis grandes, que son os de máis demanda», explica. De forma puntual también han sacado al mercado miel recolectada siguiendo los principios de la agricultura biodinámica.
«Estamos nunha zona que historicamente en Galicia é moi coñecida e prestixiada pola produción de mel, basicamente pola riqueza floral», indican desde Ouro Puro, cuya gran parte de producción es miel multifloral, aunque también envasan miel de erica (brezo) y de eucalipto, «esta moi valorada a nivel europeo, polas propiedades que ten».